martes, 9 de diciembre de 2008

El Sentido de la Vida

Todos los días, en el mundo, ocurren injusticias. Basta con mirar la televisión o estar atentos a los diversos medios de comunicación para constatar que, realmente, la violencia ha sacudido nuestras sociedades hasta los cimientos. Y no que antes no existía la maldad, o que ahora los medios comuniquen más asiduamente los hechos violentos, la criminalidad, la injusticia; sino que los problemas siempre han estado latentes, allí, en espera de una solución oportuna.
Luego de ver cómo mis coterráneos asumieron el reto de enviar alimentos, vestimenta, calzados y efectos de uso personal a los damnificados por las inundaciones de fines de Noviembre, puedo dar fe de que la esperanza no se ha perdido. Así como existen individuos que son un peligro para la sociedad - y que, felizmente, no son la mayoría - también hay personas capaces de sacrificarse por aquellos que están viviendo situaciones difíciles.
La única manera de contrarrestar el orgullo es a través de la humildad, de dominar el egoísmo y la mezquindad es mediante la generosidad, de vencer el resentimiento es sirviéndose del perdón, y de combatir la inseguridad es por medio de la fe y el amor que Jesucristo nos da a través del Espíritu Santo.