martes, 5 de mayo de 2009

Una Elección más.

El domingo 3 de Mayo se celebraron las elecciones generales en la República de Panamá, en las que el pueblo panameño se abocó a las urnas a elegir las autoridades que regirán el destino de nuestra nación por los próximos cinco años.

Tuve la oportunidad de participar en conjunto con el Tribunal Electoral en la aplicación de encuestas y pude percatarme de que, a pesar de que tanto el estado como los partidos políticos animaban al electorado para que participase activamente de las votaciones del 3 de mayo, la motivación que impulsó a cada uno a acercarse a las mesas fue interna, porque cada quien se sintió responsable ante la patria para hacer la elección que su conciencia le dictaba.

El ambiente era de esperanza, de fiesta, de grande expectativa.

Mis felicitaciones a los ganadores, recordándoles la enorme responsabilidad que tienen con el pueblo panameño, atendiendo a sus necesidades más apremiantes y nunca permitiendo que el orgullo o la prepotencia opaquen la buena labor que pudiesen realizar. Nunca se olviden de que fue la gente quien los eligió para que velen por el bienestar común y no de unos pocos privilegiados. Mis oraciones para que la luz de Cristo les guíe y los planes y propósitos de Dios se cumplan en todo el territorio panameño.

A los perdedores, que analicen de qué manera pudieron haber hecho las cosas mejor y que desde ya levanten una oposición constructiva, jamás destructiva. Que recuerden que todos somos panameños y que impulsar a nuestro querido país hacia adelante es tarea de todos.

Al pueblo panameño en general, que la patria requiere de los esfuerzos de hombres y mujeres honestos y trabajadores, que se esmeren en hacer lo mejor ante los ojos de Dios, no contaminando el ambiente ni haciendo mal uso de las cosas que nuestros superiores nos han confiado.

Se dice que al panameño le encanta votar, pero yo digo que los panameños son siempre optimistas de que su futuro mejorará. Si los cinco años anteriores fueron excelentes, los que siguen serán mejores, si cada uno pone de su parte para que así sea.