martes, 18 de octubre de 2011

Más que victoriosos en Cristo Jesús.

El sábado, sustenté mi informe de práctica docente en el nivel superior, para obtener el título de Postgrado en Docencia Superior, en la Universidad Autónoma de Chiriquí. Me siento muy agradecida por la misericordia inmerecida de mi Señor y Salvador Jesucristo, quien proveyó todo lo que me hacía falta para cumplir con esta meta, desde hace tanto tiempo anhelada (esta carrera la había empezado en 2000, pero por falta de dinero, tuve que postergarla hasta enero de este año).

Desde el principio, Dios me abrió puertas de bendición, hasta las semanas de práctica en que incluso me correspondió un grupo bastante manejable y para nada problemático. Hasta la profesora de enlace resultó accesible, así que las alabanzas y la gloria sean para mi Señor.

Durante este año he vivido muchas situaciones de diversa índole, algunas difíciles, otras vergonzosas y algunas gratificantes, pero en resumidas cuentas, ha predominado lo positivo. Ha sido un tiempo de aprendizaje y de lucha, de esfuerzo y de dependencia de Dios, pero que ha resultado de superación personal, desarrollo intelectual e interpersonal. Ha sido una época de satisfacciones, de conocer a personas diferentes y de demostrarme a mí misma mi propia valía.

Así que, pongo este triunfo a los pies del Señor, deseando que los planes y propósitos de Dios se cumplan a través de este título universitario y que el reino del Señor se establezca en la vida de todas aquellas personas con quienes me relacioné.

Coincido con Rick Warren en que solamente seremos felices en esta tierra poniendo nuestros talentos al servicio del Señor y fluyendo en el servicio a nuestros hermanos cristianos y a los no creyentes por medio de los dones con los que Dios nos bendijo.

Espero, de todo corazón, que el Espíritu Santo nos ayude a determinar su visión en nuestras vidas y que así nuestras existencias estén plenas de Su Propósito.