sábado, 12 de mayo de 2012

Bocas del Toro, Campeón Nacional de Béisbol Mayor 2012.

Al término de siete partidos, el equipo de béisbol de Bocas del Toro venció a la novena de Panamá Metro y se coronó campeón nacional en esta disciplina en 2012. El último encuentro finalizó pasadas las dos horas de la madrugada, con toda una provincia pendiente de la actuación de su equipo, el cual llevaba 51 años sin obtener un campeonato nacional.

Como chiricana residente en la hermana provincia de Bocas del Toro, por razones de trabajo, sinceramente, me alegré con cada triunfo y sufrí con cada victoria del equipo bocatoreño. Obviamente, apoyaba a la selección de Chiriquí; no obstante, mi equipo fue eliminado y decidí mostrar mi simpatía por la provincia que me acogió.

Como no tengo televisor en la pieza que alquilo, aquella noche dominical del séptimo partido, me acosté a dormir temprano, sin embargo, no pude dormir y me invadió la zozobra. Mis oídos se aguzaron escuchando las reacciones de los vecinos, yo sabía que los aplausos y gritos de euforia indicaban que "los tortugueros" estaban tomando ventaja.

Y es que, realmente, el fanático bocatoreño (hombres, mujeres, adolescentes y niños) jamás perdió la fe en que su selección ganaría el campeonato de béisbol. Era un ambiente increíble entrar a un autobús después de ciertas horas y observar a los transportistas con la emisora narrando el desarrollo del partido: no se escuchaba sonido alguno, todo el mundo en silencio oyendo a los comentaristas deportivos.

Una vez finalizado el homenaje a los campeones, miré a mi alrededor y me puse a reflexionar muchas cosas sobre la tierra bocatoreña y sus habitantes. Y es que Bocas del Toro es una provincia enormemente productiva, con sus plantaciones de cacao, plátanos, banano o guineo, como quieras llamarle y muchos rubros más.

Tierra de gente amable y cariñosa. De gente trabajadora y sufrida. Gente que no me discriminó ser chiricana y en donde he hecho grandes amistades, a pesar de no tener parientes cercanos residiendo en el área.

En conclusión, Bocas del Toro es más que tortugas, bananales y lindas playas. Es calidad humana y una tierra de campeones.