viernes, 21 de agosto de 2009

Ante la posibilidad de ser felices, ¿qué debemos escoger?

Una vez en la vida, la oportunidad toca ante nuestra puerta. Tímida, pero persistentemente, llama a la puerta hasta que nos percatemos que está allí. Una vez en la vida - una sola vez - eso que anhelábamos se presenta justo ante nosotros, a la espera que tomemos una decisión.

Hay gente que, sin titubear, aprovechan la oportunidad. Otros tardan mucho decidiendo si es adecuado o no y, cuando finalmente abren la puerta, resulta ser que la oportunidad, cansada de esperar, se ha marchado. ¿Regresará?. Tal vez sí, pero ya no es lo mismo. El problema es que demasiadas veces jamás vuelve... y la persona queda con la amarga sensación de que pudo haber hecho algo al respecto y no lo hizo.

¡Cuántas veces echamos por la borda nuestros sueños más queridos por necedades! Nos preguntamos una y otra vez si debo hacerlo, qué dirán de mí, si podré hacerlo, si... tantas cosas. Queremos aquel empleo o aquella casa. La posibilidad de vivir en otra zona geográfica. Nos aferramos a una relación que no funciona y no "cortamos" para ser felices con la persona adecuada. Rechazamos sistemáticamente lo desconocido, que nos asusta y nos pone a dudar.

Como seres humanos creados por el Supremo con el libre albedrío para tomar decisiones, deberíamos tener más carácter para decir NO a lo que no nos conviene y recibir las buenas oportunidades con los brazos abiertos. ¡Sé feliz! Lo bueno de esta vida requiere que paguemos un precio, pero, qué importa, hazlo. Total, escoger lo que nos hace infelices también conlleva un precio.