martes, 17 de febrero de 2009

Un llamado a la tolerancia.

El año 2009 avanza con rapidez y vemos que se acercan las elecciones de las autoridades que regirán nuestro país durante los siguientes cinco años. Son muchas las personas que simpatizan con los ideales de uno u otro partido político y le han prometido apoyo a los candidatos a puestos de elección popular.

Desde el año anterior se ha podido observar que las personas decoran sus vehículos con banderas de partidos políticos. Desde las cercas, postes de energía eléctrica y en los muros, las fotografías de los diferentes candidatos nos sonríen. La gente está pendiente de los debates televisivos y de las actividades llevadas a cabo por dichos candidatos.

Qué maravilloso vivir en una democracia donde los gobernantes no nos son impuestos; sino que el pueblo los elige libremente, basando cada uno su decisión en sus ideales, metas y experiencia.

Es en este tiempo que aquella virtud, la tolerancia, es puesta a prueba. Tenemos que aprender a expresar nuestra opinión sin denigrar a los que no la comparten. Es triste observar cómo existen divisiones familiares o entre amigos por causa de sus opiniones políticas.

Cada persona puede ser libre de tener opiniones propias, sin imponérsela a alguien más. Sé que hay quienes utilizan su posición como autoridad, bien en su casa o fuera de ella, para tratar de influir en la percepción que tienen sus subordinados o familiares sobre x o y organización política o candidato.

Pero qué bonito cuando hay libertad de expresión y prevalecen el respeto y la tolerancia, que nos alejan de la mediocridad y los estereotipos, y evolucionamos hasta ser mejores seres humanos, que comprenden con claridad su misión en esta tierra.