domingo, 29 de junio de 2008

LAS GAVIOTAS

Ricardo Miró.
Barcelona, 1910.
Ensayando canciones o lamentos
las gaviotas se van, ebrias de bruma,
jirones del azul, flores de espuma
deshojadas al aire por los vientos.

Quizás mañana cuando el nuevo día
llene de luz la inmensidad del cielo,
dejarán el cansancio de su vuelo
sobre las costas de la patria mía.

Y después, cuando el fuego de la aurora
finja en el mar una lejana pira,
proseguirán en sus celeste gira
a través de la mar murmuradora...

¿A dónde van?... ¿Por qué ajan el armiño
de sus alas?... ¿Qué anhelo las fustiga
si no han de hallar después de su fatiga
ni patria, ni recuerdos, ni cariño?

Quizás ignora sus inconsciencia loca
que si se suelta en ira el oleaje
puede clavar la flor de su plumaje
como adorno en la cresta de una roca.

Pero no importa... y van con sus canciones
como un himno de amor sobre el océano,
desdeñando en su orgullo soberano
de gaviotas, fronteras y naciones.

Quién pudiera con canto o lamentos
embriagarse de mares y de bruma,
jirones del azul, flores de espuma
deshojadas al aire por los vientos...

Así mañana, cuando el nuevo día
llenara con su luz el ancho cielo,
dejaría el cansancio de mi vuelo
sobre las costas de la patria mía.