viernes, 19 de febrero de 2010

Pronto comienzan las clases, ¿estás listo?

Luego de semanas y semanas levantándose en las mañanas un poquito más tarde de lo normal, a los estudiantes de mi país les llegó el momento que rehuían vivir: el fin de las vacaciones correspondientes a la temporada seca del año. El inicio de clases está a la vuelta de la esquina.

El gobierno de Ricardo Martinelli prometió cierta ayuda a los padres de los estudiantes, sin embargo, los gastos que vienen (en transporte, meriendas, materiales que pida la maestra o el profesor y otros) son tremendos, ya que corresponden a nueve largos meses de estudios.

Y, parece mentira, pero el regreso a clases por parte de niños, adolescentes y estudiantes universitarios mueve una gran cantidad de recursos humanos y materiales: los autobuses colegiales y los contratos de taxi, los restaurantes y quioscos, las librerías, zapaterías, almacenes de ropa y sastres, los centros de fotocopiado e Internet y, no podían faltar, los centros populares para corazones solitarios (y, a veces, no tan solitarios).

La educación panameña es gratuita y obligatoria, así que, yo exhorto a los estudiantes que aprovechen muy bien el tiempo, ya que los maravillosos años de la juventud no regresan jamás. Sean obedientes a sus padres y maestros, no se metan en camisas de once varas y prepárense para el futuro sin dejar de gozar sanamente el presente.

A mis colegas, que también aprovechemos bien el tiempo, el dinero y todos los recursos, hagamos bien nuestra labor, como dice en la Biblia, sirviendo no al ojo como los que no conocen a Dios, sino con diligencia como si fuese al Señor al que estuviéramos sirviendo.

A mis autoridades, que sigan ayudando a las clases marginadas y siempre se preocupen por beneficiar al pueblo panameño que le dio el voto de confianza, jamás oprimiéndonos.

Dios te bendiga, pueblo panameño.