martes, 29 de diciembre de 2009

Basta al Despilfarro.

El domingo, en la iglesia, el pastor y otros miembros de la congregación compartían con nosotros sus experiencias en una gira a Barú. Normalmente, cuando recolectamos alimentos secos o enlatados, se los enviamos a los hermanos ngöbe que residen en áreas de difícil acceso de la comarca Ngöbe-Buglé; sin embargo, esta gira le trajo una inesperada ayuda a los residentes de algunas fincas de la golpeada zona de Barú. Unos comentaban que los niños habían quedado muy satisfechos con sus juguetes y que los adultos tenían lágrimas en los ojos, pues, realmente, no esperaban esto. El pastor nos dijo que los hermanos de las diversas fincas, así como Puerto Armuelles y Barú en general estaban pasando "el tiempo de las vacas flacas" y nos preguntó si los incluíamos en nuestras oraciones.

Uno de los líderes me hizo una observación acerca de lo que la gente despilfarró la noche de Navidad en juegos pirotécnicos, bombitas y otras cuestiones que, aparte de ruido y un placer momentáneo, no aportan nada positivo a quienes los explotan (ni a los que tenemos que soportarlos). Yo, por mi parte, le recordé que la gente consumió bebidas alcohólicas en grandes cantidades y que esto también es un despilfarro. Y hay en el mundo entero gente con necesidades.

Despilfarro, despilfarro, despilfarro. Por todas partes despilfarro. Nos quejamos de que la situación está difícil y que el dinero no alcanza; queremos que el Estado panameño nos aumente los sueldos, exigimos bonos y reculamos cuando en los colegios se exigen libros para los estudiantes. Y sin embargo... la gente "harta guaro" como si el no hacerlo fuera algo malo. Para la época de Carnavales la gente lleva artículos de valor a empeñar para tener dinero para parrandear. En las fiestas de fin de año, tú observas gula, borracheras, disputas, accidentes y cuanta cosa. Aumento para qué, si no mejora la calidad de vida de la persona.

Pienso que cada uno debe vivir bien de acuerdo con sus posibilidades, ser generoso(a) con sus semejantes y tratar de frenar el despilfarro apagando luces innecesarias, cuidando los recursos hídricos, no adquiriendo bienes materiales por adquirirlos, sino viviendo con sobriedad y buena conciencia.

Recuerda, ni el dinero ni los bienes materiales nos darán la felicidad. Que Dios te bendiga y que pases felices fiestas de fin de año.