domingo, 4 de febrero de 2018

Educación: Cambios que se vislumbran en el horizonte.

El jueves, llegó a mi grupo de redes sociales una información (que no sé hasta la fecha si es verídica o no) acerca de una supuesta reunión de gremios magisteriales con la Sra. Ministra de Educación. Me enviaron un documento en PDF de once páginas, en el cual se expone una supuesta controversia entre los profesionales de mi ramo, Informática, con la Ministra.

El mencionado informe de la reunión decía que la Ministra ordenó que vayan desapareciendo paulatinamente las vacantes (THFA y permanentes) de Informática, porque la especialización en Informática está por desaparecer y que cada maestro de grado debe utilizar la informática para reforzar las materias fundamentales - Matemáticas, Ciencias Sociales, Español y Ciencias Naturales. Se quiere volver a los tiempos en que el docente estaba con sus niños por lo menos 30 horas;  por lo que con el tiempo, también desaparecerán las vacantes de Agropecuaria, Educación Física, Inglés y Educación Física.

Por su parte, el MEDUCA reaccionó inmediatamente por medio de sus voceros, negando la veracidad del informe arriba descrito y aduciendo que un colega que participó de la reunión tergiversó lo que se dijo para su provecho, para soliviantar los ánimos de los informáticos y, en general, de todos los educadores.

¿Quién dijo la verdad? ¿Quién tiene la razón? Es un tema complejo, una problemática que solamente un educador puede comprender y que, sin embargo, cada uno interpreta según su punto de vista. No sería nada extraño que, a pocas semanas del inicio del año escolar 2018, se esté gestando una huelga.

Una medida de dicho tipo afecta primeramente a los profesionales que se están formando en las aulas universitarias para ingresar al MEDUCA como docentes de informática. ¿Porqué al MEDUCA? Verdad que no es fácil hallar un trabajo estable en la empresa privada y muchos tienen su edad como principal enemigo. Además, no es ningún secreto que las empresas privadas contratan colombianos y venezolanos, en detrimento del egresado de las universidades panameñas. Se aduce que el panameño es grosero y que la gente de estos otros países son amables y que están mayor capacitados en ciertas competencias que los nacionales. Además, se les paga menos y es un ahorro de costos.

Los que estamos permanentes en el sistema, tal vez tengamos nuestra estabilidad laboral amenazada o tal vez no, dependiendo de cómo se maneje el asunto. Es plausible que nos jubilemos luego de trabajar largos años en un sitio distante de nuestro hogar, con el consiguiente desorden en las relaciones familiares. Eso también es válido para los especialistas de otras áreas.

En cuanto al docente de grado... Bueno, mi madre fue maestra, mi tía Elsa también, no tengo nada en contra de los maestros. He hecho buenas amistades en los lugares donde he trabajado. Pero una cosa es cierta: ahora los maestros están menos horas con los niños. Cinco horas de inglés, dos de informática, dos de educación física, dos de F.D.C., dos de agropecuaria... sin mencionar el tiempo que se pierde en reinados, celebraciones y actividades que no tienen nada que ver con el aprendizaje de las matemáticas y otras asignaturas básicas. ¿Quién puede aprender así? No es de extrañarse que ahora los niños salgan deficientes en ciertas cosas que supuestamente deberían dominar.

Si la informática en primaria de verdad fuera un apoyo para las materias básicas y hubiese una estrecha colaboración entre el docente de grado y el maestro de informática, eso sería una belleza para los estudiantes, pues aprenderían matemáticas, ciencias y español de una manera que les llama la atención y les guste. Pero, en lugar de ello, la mayoría de las maestras asumen que tienen una hora libre... y se van del salón de informática, dejándole la carga de lidiar con niños que no se saben comportar. Luego, no saben porqué el maestro de informática evaluó de tal o cuál manera y, en lugar de ser solidarios, atacan e incitan al padre de familia que reclame por calificaciones.

Algunos de ellos son tan atrevidos, que hasta acusan al docente de informática en la dirección si falta por x o y razón y hasta piden en la regional que se les destituya. Y los directores apadrinan todas estas sinvergüenzuras porque, aunque insistan que son de una categoría superior por su condición de administrativos, al fin y al cabo son maestros, y piensan que los docentes especiales la tenemos fácil.

Por otro lado, todos los docentes fuimos a Entre Pares y muchos nos hemos capacitado con Aulas Fundación Telefónica acerca de las TIC en el aula de clases. Por lo tanto, no tenemos pretextos. 

Y eso, sin mencionar el espinoso asunto de las carreras universitarias que deben desaparecer o reinventarse. Como se dice en el documento, cada profesor universitario peleará su territorio.

No sé en qué irá a parar toda esta situación, ya algunos colegas piensan ir a Panamá a las oficinas del MEDUCA a piquetear. Están en su derecho. Como también yo lo estoy de decir lo que pienso y de defender mi profesión. Pero también es cierto que las cosas evolucionan con el tiempo y no podemos aferrarnos a esquemas rígidos de pensamiento y acción, solo por comodidad o conveniencia.

Con el tiempo, muchas profesiones desaparecerán, como desaparecieron los lectores de las plantas de habanos, los lecheros y el cartero. Solamente le pido a Dios que me dé la inteligencia y la habilidad de adaptarme a los cambios de la mejor manera posible.